¿Qué pasa si el calefón prende pero no calienta?

El calefón es uno de esos artefactos que no valoramos hasta que falla. Nada peor que abrir la ducha, ver que el piloto prende, pero el agua sigue saliendo fría. Si te está pasando, no desesperes: hay varias causas posibles y muchas tienen solución rápida.

En esta nota te cuento las más comunes, cómo detectarlas y qué podés hacer antes de llamar a un gasista matriculado.

Causas más frecuentes

🔹 Presión o falta de gas
Aunque veas llama, si la presión es baja el calefón no va a calentar lo suficiente. Puede pasar si tenés garrafa casi vacía, un regulador defectuoso o si la red de gas está con baja presión.

🔹 Llama débil o amarilla
La combustión debe ser azul y pareja. Si es amarilla, hay suciedad en el quemador o problemas de ventilación. Además de calentar poco, así se genera monóxido de carbono, que es peligroso.

🔹 Intercambiador de calor con sarro
Con el tiempo, el agua dura de CABA y el conurbano va dejando sarro en los caños internos del calefón. Eso hace que el calor no se transmita bien y el agua salga tibia o fría.

🔹 Diafragma desgastado
El diafragma es una pieza de goma que regula el paso de agua y gas. Si está rígido o roto, no abre bien la válvula y el quemador no enciende completo.

🔹 Problemas en el piloto o válvula de gas
Si el piloto está inestable o la válvula no abre correctamente, el gas no fluye como debería y el agua no se calienta.


Qué podés hacer vos

  1. Verificá la garrafa o el medidor de gas
    Si usás gas envasado, chequeá que la garrafa tenga carga y que el regulador no esté tapado. Con gas de red, asegurate de que no haya cortes en la zona.
  2. Mirá el color de la llama
    Azul es correcto. Si es amarilla o anaranjada, no lo uses hasta limpiarlo. Podés sacar el quemador y limpiarlo con cepillo y aire comprimido. Nunca uses objetos punzantes.
  3. Controlá la presión de agua
    Si el chorro es débil, el calefón no “arranca” bien. Puede ser sarro en las cañerías o el diafragma gastado.
  4. Limpieza preventiva
    Cada tanto, es recomendable hacerle un mantenimiento: limpieza de quemador, revisión del diafragma y desarme del intercambiador para desincrustar sarro.

Cuándo llamar a un gasista matriculado

Algunas tareas, por normativa, solo puede hacerlas un gasista matriculado (según NAG-200 de ENARGAS):

  • Cambio de válvulas de gas.
  • Reemplazo del diafragma o piloto.
  • Desarme del intercambiador de calor.
  • Revisión de la ventilación del ambiente.

Recordá que un calefón mal instalado o mal ventilado puede liberar monóxido de carbono, que es silencioso y mortal. Por eso, nunca tapes rejillas de ventilación y asegurate de que tu calefón esté correctamente conectado a un conducto de evacuación.


Conclusión

Si tu calefón prende pero no calienta, puede ser algo tan simple como falta de gas o limpieza pendiente. Pero si después de revisar lo básico sigue igual, no lo dudes: llamá a un gasista matriculado.

Un mantenimiento preventivo una vez al año no solo evita problemas, también te cuida a vos y a tu familia. Y si vivís en CABA o el conurbano, ya sabés: estamos a un llamado de distancia para revisar tu instalación de forma segura y profesional.